Como siempre, mis opiniones personales no reflejan la opinión de Disruptivos.
Javier Moral
¿Qué significa crecimiento?
Haciendo el repaso del año 2018 me encuentro con muchas cosas interesantes: algunas conclusiones para mi mismo, y otras que me gustaría compartir con los demás, debatirlas, etc. Es por eso que las he ido recopilando, sin mucho orden, en este artículo.
Noto los cambios de Disruptivos, y también los míos a nivel personal. Y además detecto un, por el momento, inagotable deseo de evolución, tanto a nivel personal como profesional.
Entender esto ha sido algo muy importante para mí, ya que durante este año he apreciado la diferencia entre crecimiento y evolución. Y he descubierto que son conceptos diferentes y que la evolución es, para mí, mucho más importante que el crecimiento.
Haciendo balance, me doy cuenta de que desde los 25 hasta los 35 he entendido el crecimiento (ser más grande, ser más reconocido, tener más cosas…) como un indicativo de realización personal. No es que relacionase directamente “tener éxito” o una “vida plena” a unos términos absolutos de tamaño, pero si que en mi interior tenía una relación, vaga, entre el concepto de “acercarme a esa realización” y la constatación de ser cada año un poco más “grande”, en algo, que el anterior.
Este crecimiento podría ser tanto en proyectos personales (dar MAS conciertos con mi grupo, viajar MAS, organizar un festival con MAS bandas y público que el anterior…) como profesionales (tener MAS ingresos, tener MAS responsabilidades, tener MAS experiencia…).
Ahora creo firmemente que se debe buscar una continua evolución, y que de esa evolución se deriva un crecimiento.
En este año 2019 no seremos los mismos que en 2015, el año en que realmente empezó el proyecto de Disruptivos como tal.
Nuestra organización (personas+cultura) ha evolucionado, por lo que, tanto los individuos que la formamos como los servicios que podemos ofrecer también lo han hecho.
No se trata de una simple acumulación de experiencia, sino de un crecimiento transversal ya que no solo hemos desarrollado nuestras habilidades, también absorbemos y compartimos, entre nosotros y con los demás, conocimientos sobre otras áreas.
¿Es esto evolución?
En Disruptivos no nos conformamos con lo que ya sabemos hacer, sino que queremos explorar y adentrarnos en terrenos aún desconocidos: conocer proyectos y personas, leer libros, escuchar y tocar nueva música, ver series y películas, viajar, inspirarnos y sumar todo ese nuevo conocimiento a nuestra experiencia para convertirnos, cada día, en una nueva versión de nosotros mismos.
Esa evolución, tanto individual, como cultural y, por tanto, organizativa, es lo que nos ha proporcionado el crecimiento que tenemos.
No hemos buscado el crecimiento, sino que ha llegado a través de la evolución.
La evolución de nuestra Agencia
En 2015 Disruptivos era un mero instrumento financiero por el cual tanto José Luis como yo podíamos coger proyectos de consultoría y facturarlos desde nuestra SL. Su objetivo inicial siempre había sido ser el “paraguas” de nuestros proyectos personales, pero nunca lo habíamos enfocado como una Agencia, Consultora ni nada de eso.
Ofrecíamos, como consultores, sobre todo SEO, SEM y Analítica, junto con el desarrollo web correspondiente. Eran nuestras especialidades, por lo que éramos conocidos, y no hacíamos ningún tipo de labor comercial, ya que los clientes venían recomendados por personas con las que ya habíamos trabajado.
Yo pensaba que podíamos hacer algo MÁS grande.
Después de ponernos a trabajar en propuestas de crecimiento para nuestros clientes existentes, y cambiar la costumbre de “dar soporte”, vimos los primeros resultados.
En diciembre de 2015 ya habíamos conseguido que nuestro principal cliente doblase la inversión para el siguiente año, además de mantener 2 clientes más y conseguir que 2 grandes nuevos proyectos confiasen en nosotros. En abril de 2016 nos trasladamos de un coworking a oficinas propias, y se incorporaron 3 personas más a Disruptivos de forma regular.
Empezamos a ofrecer más servicios, y a comportarnos como un departamento de Marketing externo para esas empresas. Nos empleamos a fondo y nos implicamos con cada proyecto, apostando por una relación duradera y de confianza.
Detrás de eso no había un plan estratégico. Simplemente, hacer lo que nos gustaba mientras hacíamos crecer a nuestros clientes, y poder ganarnos la vida con ello. Ni más ni menos.
Y quizá, el no tener un plan estratégico, el no estar limitados por unas cuentas de resultados, el escoger cada proyecto en el que nos implicábamos, seleccionar con cuidado cada persona que forma parte del equipo, formarnos en aquello que nos interesa… nos ha permitido evolucionar de forma libre y un poco caótica.
Pero como en la naturaleza, en un sistema complejo, hasta en el caos puede aparecer un orden, unas matemáticas, una geometría.
Es quizá por eso que, a día de hoy, esa evolución nos ha llevado a ser un equipo MÁS grande, a tener MÁS clientes y facturación, así como MÁS reconocimiento y MÁS oportunidades.
La evolución que hemos sufrido nos ha hecho crecer.
A día de hoy, en 2019, no solo hacemos SEO, SEM y Analítica, sino que nos hemos convertido en una de las agencias de email marketing más reconocidas a nivel nacional (la primera agencia Mailchimp Partner española), además de haber liderado exitosas estrategias de Inbound Marketing (marketing de contenidos para los de aquí) para grandes empresas, o aprender a dominar Google Tag Manager o Google Data Studio… nos hemos convertido en un departamento de marketing prácticamente completo, y así nos comportamos, de forma externa, para los clientes con los que trabajamos.
Sabemos hacer más cosas, pero quizá desde fuera ahora no seamos unos especialistas. Es algo que puede ocurrir cuando ves que una empresa dice hacer muchas cosas, y todas bien. Suena raro ¿verdad?
¿Qué harías tú ante la disyuntiva?
- ¿Continuamos aprendiendo y ofreciendo una variedad de servicios?
- ¿Es mejor que escojamos 1 especialidad y nos centremos en ella? ¿Nos será más rentable?
- ¿Acaso los clientes no prefieren tener menos interlocutores?¿Nos perderemos clientes si decidimos no ofrecer ciertos servicios (que sabemos hacer) solo por especializarnos?
Obstáculos en el desarrollo
Cuando en Disruptivos entramos a trabajar en un proyecto, nos ligamos mucho a negocio. Tratamos de aportar el máximo valor y eso normalmente implica que tengamos una visión muy global, que queramos saber mucho del negocio y del sector, y que las propuestas que hagamos tengan casi siempre implicaciones en terrenos con los que el cliente no contaba.
El que hagamos propuestas por encima de lo que se nos supone, suele generar a la vez satisfacción y expectativas.
-«¿Esto también lo podéis hacer vosotros?» – Suelen comentarnos.
Como poder, podríamos hacer muchas cosas, pero tenemos nuestras limitaciones y una de ellas es que no somos una empresa de developers. Podemos hacer desarrollo de webs o apps, pero hay otras empresas que se dedican en exclusiva a eso, y lo harán mejor que nosotros.
En algunas ocasiones, nuestro equipo de desarrollo puede poner en marcha un proyecto desde cero, pero normalmente los clientes ya tienen montadas sus webs, y un equipo de desarrollo interno o externo, con el cual nosotros nos coordinamos en según qué aspectos.
Pero no llevamos nada bien que una parte del proyecto no esté al mismo nivel que el resto. Si nosotros nos exigimos el máximo, nos pone de los nervios que haya partes que desluzcan todo el trabajo (o directamente lo echen por tierra) de nuestro equipo.
Si bien podemos llegar a sentirnos cómodos colaborando con profesionales para campos que no ofrecemos, o dejando claro lo que no hacemos (no hacemos diseño web, no hacemos Social Media, etc), quizá el desarrollo web es el campo donde encontramos más problemas para coordinarnos y ser capaces de hacer crecer los proyectos.
Cuando hacemos desarrollos y tenemos el control completo de los proyectos evitamos problemas SEO (críticos), además de usabilidad y conversión. Cuando trabajamos con un cliente que tiene un proveedor de desarrollo, las continuas idas y venidas con documentación sobre cambios entre equipos implicados suelen derivar en tiempos de implementación muy largos, lo que implica dificultad para conseguir resultados deseados en plazos objetivos.
No sirve de nada estar creciendo en tráfico SEO si la versión móvil no convierte, o desarrollar completas auditorías que nunca son implementadas.
El cliente necesita conseguir unos objetivos en unos plazos determinados. Y nosotros nos ganamos la vida ayudándoles a lograrlo.
Ante esta situación, y para evitar problemas, ¿qué nos recomendáis hacer?
- ¿Contratamos desarrolladores, sabiendo que vamos a comprometer nuestros gastos fijos?
- ¿Buscamos una empresa que sepa hacer desarrollos optimizados? ¿Nos recomiendas una?
- ¿Rechazamos proyectos en los que nos pidan desarrollo o no garanticen la correcta implementación?
La siguiente evolución
Al igual que no queremos perder nuestra esencia, sabemos que debemos evolucionar y eso supone cambiar.
¿Pero el qué?
Estamos contentos con lo que hacemos, con los clientes que confían en nosotros, con los resultados que obtenemos, en definitiva, con quienes somos.
Pero hay una cosa que está cambiando además de nosotros, es nuestro entorno. La evolución y el consecuente crecimiento nos hacen más visibles, la experiencia acumulada nos hace detectar más oportunidades a nuestro alrededor, las personas que hemos conocido nos presentan a otras nuevas…
En la actualidad, tenemos un bendito problema: queremos seguir evolucionando y no tenemos muy claro cómo hacerlo en términos asumibles.
Nos encontramos ante oportunidades de crecimiento muy interesantes, pero que nos costaría asumir con la estructura actual. Casi todas implican gestión de proyectos completos, además de mantener nuestro nivel de especialización.
Todo un reto.
¿Y el problema de la estructura y tamaño?
- ¿Cogemos más proyectos invirtiendo en más personal y gastos fijos?
- ¿Nos quedamos solo con proyectos que podamos manejar con nuestra estructura actual?
En este caso, escalar en tamaño nos permitiría crecer en facturación, pero no tenemos muy claro que lo hiciese en beneficios. Al fin y al cabo, al incorporar más personas a un equipo también se necesita más tiempo de gestión. Y si tenemos que dedicar tiempo a gestionar, nos quitamos tiempo de implementar.
Esto lo he ido percibiendo conforme hemos ido añadiendo clientes, puesto que para poder mantener el nivel de calidad y dedicación es necesario inevitablemente volcar más horas. Tenemos que entender la mejor forma de evolucionar…
¿Qué harías tú en nuestra situación?
¿Qué tipo de perfiles nos interesarían?
- ¿Colaboramos con un gestor de proyectos y nos dedicamos a ejecutar tareas que sepamos hacer a día de hoy?
- ¿Contratamos perfiles ejecutivos y nos dedicamos a mejorar nuestras capacidades de gestionar proyectos?
- ¿Y si buscamos personal para otras tareas (administrativas, financieras…) que nos libere tiempo?
- ¿O mejor, nos quedamos como estamos y tratamos de mejorar nuestros procesos internos?
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