El Capital Intelectual

Con motivo de mi presencia en el WebCongress Malaga 2010, voy a recuperar un artículo que redacté para la asignatura de Innovación Tecnológica que cursé mientras estudiaba Telecomunicaciones en la UMA. Rescato este artículo porque creo que es bastante acorde a lo que voy a tratar de exponer en la mesa redonda «Tu negocio en la red», y no es otra cosa que el valor del conocimiento en el proceso de innovación.

Javier Moral en 2010, rescatando un texto que había redactado en 2006

El Capital Intelectual en la Empresa

La clave del éxito en un sector con competencia radica en la capacidad de las empresas de explotar su Capital Intelectual, o de adquirir los activos necesarios para tener una ventaja significativa: profesionales con experiencia en campos clave, el «know-how», los procesos y metodologías de trabajo, la motivación de los trabajadores…

El valor del Conocimiento

Ya que todo proceso de innovación conlleva un proceso de aprendizaje, es necesaria la potenciación de los conocimientos disponibles y la búsqueda de nuevos. El conocimiento es, por tanto, recurso y a la vez producto del proceso innovador. Para valorar algo intangible como es el conocimiento, las empresas disponen de varios modelos, aplicables en distintas situaciones.

Estos modelos son capaces de evaluar, identificar y estructurar estos activos intangibles. Por supuesto toma una mayor importancia el conocimiento tácito, basado en la experiencia adquirida y de difícil transferencia, de no ser por la interacción personal.

Estos modelos aparecen a partir de los años 90 y son realizados por empresas de consultoría en su mayor parte. Todos tratan de evaluar el llamado Capital Intelectual, basándose en una consideración de base:

Valor de Mercado

X.XXX.XXX €

Activos tangibles +

Capital Intelectual =

Valor de Mercado

El valor de mercado de las empresas es la suma de los activos tangibles y el Capital Intelectual.


Fueron Kaplan Norton quienes comenzaron la investigación, convencidos de que los modelos de gestión empresarial basados en indicadores comerciales estaban obsoletos.

Crearon el Balanced Business Scorecard y marcaron las bases para todos los modelos que vendrían después.

Actualmente existen numerosos modelos para medir los activos tangibles de una empresa y la aparición de los mismos para medir valores intangibles complementa y da una imagen más real del auténtico valor mercantil de la empresa.

Primeros Investigadores

  • Kaplan: no es el de los cursos de inglés
  • Norton: no es el de los antivirus

Uno de los modelos de mayor aceptación, el Navigator de Skandia, divide el Capital Intelectual en dos partes:

  • El Capital Humano, con los conocimientos y actitudes de las personas que comprenden la organización.
  • El Capital Estructural, que contiene a su vez las capacidades de innovación, las relaciones con los clientes y los procesos que realiza la empresa.

Esto sirve de base para distintos modelos, que sin embargo mantienen diferencias significativas respecto a éste.

Navigator de Skandia

Capital Intelectual es

  • Capital Humano
  • Capital Estructural

Es el caso del modelo de Technology Broker, que divide el Capital Intelectual en cuatro apartados:

  • Activos de mercado, que proporcionan ventaja competitiva en el mercado
  • Activos de propiedad intelectual, que aporta la exclusividad de explotación de un intangible.
  • Activos humanos, destacando la importancia que se le da al trabajador en las futuras empresas.
  • Activos de infraestructuras, que incluye las tecnologías, procesos y métodos de funcionamiento interno.

Technology Broker

Capital Intelectual es

  • Activos de Mercado
  • Propiedad Intelectual
  • Activos Humanos
  • Infraestructuras y Procesos

Existen muchos modelos, pero todos persiguen lo mismo: demostrar la importancia del Capital Intelectual. Si tuviéramos que sintetizar todo lo que implica la imposición y aplicación de un modelo de este estilo, llegaríamos a una conclusión parecida a esta:

Capital Intelectual = Valor en el Mercado – Activos netos por valor contable

Esta conceptualización nos permite comprobar cómo el Capital Intelectual es la clave estratégica de la competencia actual. En resumen, una empresa que conozca el estado y las capacidades de su Capital Intelectual, así como la forma de explotarlo y aumentarlo, obtendrá una ventaja competitiva.

Compartir   Compartir en twitter
Javier Moral
Me encanta el olor a analítica por la mañana.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *